Regreso en Buenos Aires
por Gustavo Gabriel Otero
Tan esperado, el regreso de Daniel Barenboim a una opera en Buenos Aires finalmente se concretizó en una excelente producción de Tristán e Isolda.
Buenos Aires, 18/07/2018 - Durante mucho tiempo figuró el proyecto -ahora concretado- de reunir en el escenario del Teatro Colón al ciudadano del mundo nacido en la Argentina Daniel Barenboim con la Orquesta Staatskapelle de Berlin y con una producción escénica y musical de la Staatsoper Unter den Linden de Berlín. Luego de frustrarse en varias oportunidades finalmente se cumplió. En principio lo que mayor atención ocupó y a la postre fue el principal sostén de una versión de excelencia fue la presencia en el foso de la Staatskapelle de Berlin y la notable batuta de Barenboim. Los solistas de fuste -aunque la prestación no fue pareja- y una puesta en escena veterana pero aún efectiva de Harry Kupfer, completaron un menú wagneriano de primer nivel.
La concepción de Kupfer es estática y ascética. El movimiento está dado por los giros de un enorme ángel. El mismo ángel, sus distintos espacios y sus movimientos sirven de ambientación para los diferentes lugares que el libreto marca para la acción.
En un escenario despojado domina el espacio la figura de un ángel ideado por Hans Schavernoch de sobrecogedora belleza. El vestuario de Buki Schiff es correcto sin un anclaje temporal definido.
Si la versión escénica es ascética la versión orquestal es antológica por su excelencia y por la perfección de todas las filas de la Staatskapelle de Berlín sin dudas de un nivel superlativo frente a lo que estamos acostumbrados a escuchar en las márgenes del Río de la Plata.
Daniel Barenboim en el podio como un gran piloto lleva a buen puerto el transatlántico que tiene en sus manos.
Iréne Theorin no defrauda como Isolda; Con emisión potente y compenetración abordó el complejo personaje.
Peter Seiffert fue competente como Tristán en los dos primeros actos a pesar de alguna irregularidad en la emisión. Lamentablemente en el tercer acto su veteranía y su conocimiento de la parte no fueron suficientes para sobrellevar la fatiga vocal manifiesta: su emisión fue oscilante y con momentos al borde del grito.
Angela Denoke fue una Brangania de lujo mientras que Boaz Daniel dio el realce que merece a Kurvenal.
Kwangchul Youn fue un rey Marke de perfectos acentos y se desempeñaron con atildada corrección Florian Hoffmann y Adam Kutny.
Gustavo López Manzitti fue un seguro y potente Melot mientras que el Coro Estable del Teatro Colón en sus breves intervenciones fue impecable.
Teatro Colón. Richard Wagner: Tristán e Isolda. Ópera en tres actos. Libreto de Richard Wagner. Harry Kupfer, dirección escénica. Hans Schavernoch, escenografía. Buki Schiff, vestuario. Producción escénica y elenco invitado de la Staatsoper Unter den Linden de Berlín. Peter Seiffert (Tristán), Iréne Theorin (Isolda), Kwangchul Youn (Rey Marke), Angela Denoke, (Brangania), Boaz Daniel (Kurwenal), Gustavo López Manzitti (Melot), Florian Hoffmann (un pastor), Adam Kutny (un timonel), Florian Hoffmann (joven marinero). Orquesta Staatskapelle de Berlin. Coro del Teatro Colón. Director del Coro: Miguel Fabián Martínez. Dirección Musical: Daniel Barenboim.